miércoles, 8 de octubre de 2008

‘Literatura costarricense: acercamiento a la poesía guanacasteca en el siglo XX’, (1) por el Lic. Miguel Fajardo Korea


La existencia de toda identidad humana se liga, indiscutiblemente, a hechos de tipo histórico, social, económico, cultural o político que inciden en su quehacer. La cultura unifica, no obstante, le confiere a cada uno su propio descubrimiento.
   Hay que fijar este polo cultural, porque desde el interior del país hay mucho por decir. Se necesita una incorporación cultural, lo más completa posible, de Guanacaste a Costa Rica: no como un discurso, sino como una práctica. Las provincias también cuentan y Guanacaste representa un registro particular.
   La relación más cercana entre Nicoya y Costa Rica se dio en 1812, cuando la provincia de Costa Rica necesitó de los votos de los pobladores del Partido de Nicoya, para elegir a su representante en las Cortes de Cádiz, el Padre Florencio del Castillo (1778-1834).
   Guanacaste proviene del azteca “Quah-Nacaz-tlan”, que significa “lugar junto a los árboles con oreja”. Su primer gobernador fue Francisco Hernández de Córdoba, en 1524; el último, Cupertino Briceño, en 1824. Desde 1848 es la quinta provincia de Costa Rica.
   Durante la Campaña Nacional contra los filibusteros (1856-1857), Guanacaste se sumó a la defensa de la soberanía, prueba de ello fue la participación heroica del Batallón de Moracia, jefeado por el General Tomás Guardia Gutiérrez, único guanacasteco que ha alcanzado la presidencia del país.
   Asimismo, el 8 de diciembre de 1937, con el grito “Viva Vargas”, surge el Partido “Confraternidad Guanacasteca”, dirigido por el Dr. Francisco Vargas Vargas (1909-1995). Con ese hito histórico-político, Guanacaste logró otro peldaño en la anexión que aún sigue completándose.
   En otro orden, el 11 de abril de 1945, con la fundación del Instituto de Guanacaste, primer colegio provincial, se presenta una de las revoluciones espirituales que han oxigenado al Guanacaste que piensa.
   Además, en 1955, la construcción de la Carretera Interamericana cambia el eje de vinculación con el Valle Central. Igualmente, el aeropuerto internacional Daniel Oduber Quirós, en funcionamiento desde 1975, así como el puente La Amistad de Taiwán, inaugurado en el 2002, los cuales, aparte de propiciar un mayor acercamiento con el resto del país, han acelerado y expandido los procesos interculturales.
   Guanacaste cuenta con 10.140,71 kilómetros cuadrados, es decir, un 20 % del territorio costarricense y con 322.016 habitantes (undécimo Informe Estado de la Nación, San José, 2005. Programa Estado de la Nación, p.51).
   La Sociedad de Fomento de Liberia (1901-1904) es la primera organización cultural guanacasteca. Su líder, Francisco Mayorga Rivas (1862-1940) fue gobernador en dos ocasiones y diputado en tres oportunidades.
   De igual manera, la Asociación Guanacasteca de Autores (1958-1971) fundada en Las Juntas de Abangares. Sus objetivos: descubrir a los creadores guanacastecos y procurar un acercamiento entre los escritores. Entre sus miembros destacan: Miguel Ángel Vidaurre, María Leal, Gerardo Gómez, Antonio Obando, Rodolfo Salazar, Nicolás Carrillo, José Ramírez Sáizar, Ofelia Gamboa, Allen Pérez o Medardo Guido.
   Antonio Carrillo señala: “Cuando las vías de comunicación en Guanacaste no eran las mejores, cuando el todo llanero parecía aislado, hubo un reencontrarse de algunos hombres y mujeres con ideales superiores en la provincia” (Carrillo, Antonio, 1999, abril, “Asociación guanacasteca de autores”. Anexión-Guanacaste, p. 89).
   La tercera organización es el Centro Literario de Guanacaste, fundado el 20 de marzo de 1974, grupo independiente que alcanza, hasta la fecha, 34 años de trabajo. Su fundador, Marco Gardela (1950), reside en Guanacaste desde 1972. En la reunión de apertura estuvieron Juan Velit Granda, Guillermo García Murillo, Rodolfo Salazar Solórzano y Luz Jirón. Quien escribe se sumó en septiembre de ese año.
   Los objetivos del Centro Literario de Guanacaste: fomentar el arte literario, fortalecer la guanacastequidad, participar en el quehacer cultural guanacasteco y nacional. Dicho grupo es una mezcla de academia, tertulia y taller. Han querido acallarlo, pero las voces estallan. La fortaleza del Centro Literario estriba en su independencia. Poco a poco, se ha ido consolidando una conjunción de voluntades. Nunca sus proyectos culturales han subordinado a la conciencia; ningún poema ha bajado la guardia.
   El Centro Literario de Guanacaste es una brigada cultural, que confronta su trabajo con escritores nacionales como Alfonso Chase, Francisco Zúñiga, Adriano Corrales o Norberto Salinas; internacionales como Alberto Baeza Flores, Rubén Vela, Cándido Gerón o los autores invitados a los Festivales de Poesía de Costa Rica: Roberto Sosa, Guadalupe Elizalde, Luis Alberto Ambroggio, Vicente Muleiro, Celedonio Orjuela y, ahora, en este XVI Congreso Internacional de Literatura Centroamericana, 2008.
   Alfonso Chase, Premio Magón de Costa Rica, ha señalado: “Guanacaste se ha convertido (…) en una pequeña central de la cultura nacional (…) en búsqueda de puntos de contacto y expansión (…) El Centro Literario de Guanacaste es ejemplar en su afirmación cultural. La unidad de sus integrantes trasciende lo individual para dar una imagen completa de un trabajo en equipo” (Chase, Alfonso, 1988, agosto 11. “La Guanacaste que escribe”. La República, p. 11 A).
   Por consiguiente, desde Guanacaste se puede estar conectado con la vibración del país y el mundo de la cultura. Guanacaste es una pasantía cultural. Su presencia cultural visualiza los siguientes alcances: se ha convertido en una fuerza activa desde la provincia, donde se promueve la identidad y la unión; trabaja con responsabilidad histórica, al construir un compromiso con la palabra mediante la literatura; su ejercicio cultural lo respalda una fuerte conciencia con el contexto.
   En síntesis, las tres organizaciones culturales de Guanacaste durante el siglo XX: Sociedad de Fomento de Liberia, Asociación Guanacasteca de Autores y el Centro Literario de Guanacaste, fueron superando el trabajo antecedente. Esa triada conforma la infraestructura cultural sobre la que se asienta la producción de la poesía guanacasteca en el siglo anterior.
Lic. Miguel Fajardo Korea, Costa Rica

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