martes, 10 de febrero de 2009

Artículo de Francisco Cenamor sobre la novela de Machado de Assis ‘Don Casmurro’


Cuando Joaquim Maria Machado de Assis, más conocido por sus apellidos solamente, se enfrentó a escribir su novela Don Casmurro, fácilmente pudo verse influenciado por dos corrientes literarias que llegaban hasta entonces: el Naturalismo y el Romanticismo. No en vano aparecen en su novela temas similares y contradictorios: la pasión y la inocencia, el sacerdocio y el amor erótico, los celos y la confianza… Él mismo cultivó el Realismo, antesala del Naturalismo.
     Pero no, decidió hacer una obra personal que con el tiempo se convertiría en un clásico de la literatura brasileña. No tomó, desde luego, del Romanticismo las pasiones amorosas desatadas e imposibles. Pero es una novela de amor, de amores adolescentes castos y puros. Ni del Naturalismo tomó los feroces retratos sociales ni los personajes de presencia magnética y determinante. Todo sucede entre personas de una clase media rentista y acomodada, pero no es el fin del autor retratarla, aunque salga retratada.
     Pero, a la vez, sí que hay un poco de ambas corrientes literarias, a las que Machado leyó con asiduidad, y también una gran influencia de citas y personajes de la literatura brasileña, y de Shakespeare, a quien tradujo. Y mucho hay de una de sus mayores preocupaciones literarias: los celos.
     Se trata de una novela de amor entre dos adolescentes y de las vicisitudes que pasan para poder estar juntos. Él, inseguro y soñador, algo inocente. Ella, urdidora de tramas para conseguir sus objetivos, mujer inteligente y bien plantada. La posibilidad del ingreso de él en el seminario planea sobre su secreta relación. Y eso es el grueso de la novela, los últimos capítulos son un auténtico “y vivieron felices y comieron perdices”, hasta que por sorpresa y casi finalizando…: los celos.
     La novela está escrita con un lenguaje ágil y expresivo, al menos la traducción al castellano que hizo Pablo del Barco para Ediciones Cátedra. Utiliza capítulos cortos, incluso extremadamente cortos, lo que da una cierta inmediatez a la acción. Los dos adolescentes están muy bien conseguidos pues a veces nos llegan a desesperar en su fatalismo romántico y en su tontería.
     Eso sí, el narrador no es de fiar, pues es el mismo adolescente, ya de mayor, que nos cuenta su propia versión de los hechos: los otros personajes en ningún momento tienen ocasión de manifestar su verdad. Esto, evidentemente, intensifica más si cabe la acción de los celos del narrador, pues solamente tenemos su versión, incluso cuando debe tomar una decisión final sobre su relación con su amor de juventud, se la vemos tomar solamente escuchando su versión, por lo que siempre nos quedan dudas sobre la realidad de la narración.
     Se dirige a nosotros en primera persona, lo que da idea de cierta intimidad con el lector, incluso buscando su complicidad para cargarse de razón. Increíble que una novela escrita en 1899 pueda dialogar de esa manera con nosotros. Incluso, en algunos momentos, pide a las lectoras que puedan ser más puritanas, disculpas por si está contando algo que pudiera parecer atrevido. No hay que temer: al contrario que en el Naturalismo o el Romanticismo, nunca lo hace.
     Machado de Asís (1839-1908) es todo un ejemplo de superación personal. Hijo de un pintor de brocha gorda mulato y una lavandera portuguesa, epiléptico y tartamudo, tuvo que luchar durante su juventud para ser considerado como un blanco respetable. Y lo hizo formándose de manera autodidacta, compaginando su trabajo desde la más tierna infancia con la asistencia a la escuela cuando podía y leyendo por su cuenta. El milagro se obró y llegó a ser, ya en su juventud, uno de los principales intelectuales de su país en la época, siendo considerado, posteriormente, como el principal representante del Realismo literario de Brasil.

Francisco Cenamor

7 comentarios:

  1. Muy buen trabajo, Cena.
    Tendré que leer algo de él.

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  2. holaa! que tal?? solo pasaba por tu blog, que por ciertooo! me encantaaa! ^^ por eso me pasare mas de una vez! no lo dudes! =D espero que te pases por el mio ok?? yq ue me sigas! :) muchos abrazos! chaooo! ^^

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  3. Pues le acabo de descubrir, buscando un clásico de otra cultura para el próximo curso de la Carlos III. Y fíjate que me leí casi todo del realismo y del naturalismo, pero a Machado no.

    Y Jaime, no dudes que me pasaré por tu blog, siempre lo hago, jajaja.

    Saludos.

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  4. tio, sigues, en "seguidores", a tantos blogs (algunos, la mayoría, a autores de blogs que no conocías y donde nunca has dejado ni un comentario), que se ve es para que te sigan a ti en correspondencia. Y lo lograste, jajaja.

    Y tu perfil hasta abajo, donde están a los que sigues. Vaya cosa... Das lástima.

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  5. Que nooooooo, siento que te haya parecido eso, pero el proceso es muy diferente.

    Tengo una sección en la que hablo de otros blogs para que nuestros lectores los conozcan. Normalmente, la gente de esos blogs ha entrado en contacto conmigo por algún motivo y hablo de ellos y me hago seguidor.

    Yo no necesito buscar protagonismo mediante un blog. Soy un poeta conocido en amplios círculos y mis libros se venden bien, al igual que se distribuyen bien por Internet.

    Además, si te fijas, dedico muchas horas a crear un blog que les sirva a los demás.

    Por otro lado, preferiría que dejases el anonimato, me parece tan infantil a estas alturas de Internet.

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  6. Pues a mi me encanta tu blog.
    A veces leo cosas a veces no tengo tiempo pero me gusta.

    Un saludo

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  7. Que es de lo que se trata. Yo no sé qué le ha dado a este conmigo. Creo que no sabe entender de qué va este blog ni valorar el trabajo tiene.

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